Como sucede en gran parte de las economías de la región latinoamericana, en Argentina la disponibilidad de divisas es un elemento clave para el funcionamiento de la economía. Las distintas ramas productivas, especialmente la industria, requieren de una elevada proporción de componentes importados para producir. Esta dependencia importadora, presente desde los inicios del desarrollo industrial argentino, supone un freno para el crecimiento y diversificación de la producción interna. El presente artículo se centra en analizar la estructura del sector agroexportador y revisar las experiencias (nacionales e internacionales) vinculadas al control estatal del comercio de granos.