El nuevo gobierno nacional colocó en el centro de su estrategia macroeconómica el manejo de la deuda pública. Sin dudas, se trata del condicionante central para ejercer una política económica soberana y allí se juegan las posibilidades de un ciclo de recuperación del empleo y los salarios o de profundización de la crisis. Esta situación acuciante es el resultado del desmanejo ejercido por la administración Cambiemos entre 2015 y 2019, pues se trató del más violento proceso de endeudamiento de la historia argentina, superando los registros de la dictadura 1976-1983 y la convertibilidad (1991-2001).