Las negociones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) insumen buena parte de la agenda política del gobierno de Alberto Fernández, quien probablemente tenga el compromiso más complejo por delante. En un escenario post-electoral donde se abrieron varias grietas internas, el acuerdo con el Fondo, no parece ser nada sencillo y podría ahondar las diferencias dentro del Frente de Todos (FDT). Además, no se puede descartar la abierta oposición del pueblo argentino al organismo internacional: en una encuesta realizada recientemente por la Celag, 7 de cada 10 argentinas y argentinos dicen tener una imagen negativa[1]. Es decir, un acuerdo que fuera perjudicial para los intereses de las mayorías, rápidamente impactaría en la imagen del FDT.

Mientras tanto, desde la Agrupación Soberanxs, se apela a que el gobierno nacional solicite a la Asamblea General de las Naciones Unidas que peticione ante la Corte Internacional de Justicia para que se expida sobre la forma en la que se celebró el acuerdo, en el que el FMI le otorgó al gobierno de Mauricio Macri, el crédito más importante de la institución. Asimismo, Soberanxs plantea que se establezcan las responsabilidades pertinentes y la posibilidad de una reparación por los daños ocasionados. Además, desde algún sector del bloque oficialista en Diputados, comienzan a plantear la necesidad de discutir el pliego de condiciones del FMI en conjunto con un programa plurianual “que incluya el salario básico universal para nueve millones que no tienen un ingreso formal y no superan la línea de indigencia”[2]. Así, la condicionalidad para votar a favor del acuerdo se pone en relación con la necesidad de gestionar en favor de la alarmante situación social nacional.


[1] Encuesta telefónica nacional de 2002 casos, Agosto 2021. Fuente: Celag.org.

[2] Grabois en programa “Brotes Verdes”, emitido por C%N, 24 de noviembre de 2021.