La ciudad china de Wuhan, epicentro de la epidemia coronavirus tiene 11 millones de habitantes y las autoridades chinas impusieron a la ciudad una cuarentena, cesando todas las actividades económicas y sociales.

La detonación del brote de coronavirus ha provocado un resentimiento hacia China en el mundo, especialmente del gobierno estadounidense con el intento de desestabilizar a China, teniendo en cuenta que el avance chino tiene preocupado a Estados Unidos, desde que Deng Xiaoping en 1978 impulsó una serie de reformas económicas y apertura al exterior.