El director del Informe IEFE, José Sbattella, participó en la IV Conferencia Internacional de Monedas Sociales y Complementarias que tuvo lugar en Barcelona, España en el mes de Mayo de 2017. Allí analizó la experiencia argentina reciente en la utilización de monedas sociales.

El documento presentado por Sbattella consta de tres partes. En la primera se repasa el análisis teórico de los tres estados de la moneda desarrollados por la Teoría Regulacionista. En la segunda se recuerda la historia del trueque y las monedas paralelas, instrumentos que resultaron aptos para sobrellevar la profunda crisis económica y social entre 2000 y 2004. Se advierte sobre su reaparición en 2017. En la tercera se desarrolla una experiencia más reciente: la Moneda Par. (MPAR) Es un sistema de intercambio de bienes, de servicios, y también de crédito mutuo, que usa como medio cancelatorio de obligaciones a la moneda virtual MONEDAPAR ($PAR).

Es una iniciativa coordinada miembros del Observatorio de la Riqueza Padre Arrupe; por el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas por los Trabajadores; y un grupo técnico de desarrollo de criptomonedas. Se trata de un sistema de crédito mutuo donde sus integrantes disponen de un monto de crédito, en forma de descubierto, sin interés. El monto del crédito es determinado por acuerdo de los mismos miembros de la Asociación, es decir son los miembros de la comunidad los que se dan crédito para poder comerciar entre sí.

La moneda utilizada se crea en el momento de la transacción. La suma de todos los créditos es la base monetaria del sistema. Se autorregula en función de los límites que fijan los mismos miembros que conforman el sistema. Las transacciones son entre personas o empresas; y no existen intermediarios. Las transacciones son en $PAR, en forma digital, como si fuera dinero al contado. Cada miembro del sistema PAR dispone de una cuenta corriente individual. La administración del sistema PAR lleva la contabilidad de cada cuenta corriente y el sistema de clearing de todas las cuentas corrientes. Los saldos de cada cuenta son de conocimiento público.

Si el saldo individual es positivo, ese miembro es acreedor del sistema, y puede gastar ese saldo en compras dentro del sistema. Si el saldo es negativo, ese miembro es deudor, y debe devolver MPar vendiendo productos y servicios en el sistema. Los precios, calidad, forma y plazo de entrega son de libre acuerdo entre comprador y vendedor.

Es condición indispensable para la inscripción al sistema que cada interesado en ingresar declare que bienes y servicios va a ofrecer al sistema. Todos son PROSUMIDORES que hacen un intercambio recíproco. Intercambio recíproco significa que cada miembro debe poner en el sistema (por la realización de ventas) al menos lo que saca del sistema (al hacer compras).

El medio para realizar los pagos y cobros es una “billetera digital”. No existen billetes ni monedas, sino un sistema de cuenta basado en “blockchain” que es utilizado desde una aplicación móvil. Esto posibilita que: 1) No se puede falsificar la moneda y se asegura a través de criptografía. 2) Se tiene control central del crédito de los participantes. 3) Se tiene un registro contable público: se conoce en todo momento de las tenencias de todos los participantes del sistema. Brinda transparencia. 4) La billetera se descarga al celular y funciona como un banco en el bolsillo. 5) Las cuentas no se pueden bloquear ni freezar.

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